martes, 1 de junio de 2010
BAJO LA PRESIDENCIA DE MENDOZA, LOS EMPLEADOS DE LA POLAR SON FELICES. ¿CÓMO ESTAMOS EL RESTO DE LOS VENEZOLANOS BAJO LA PRESIDENCIA DEL DICTADOR?
El señor Marciano, en su columna "Piedra de Tranca" exalta la diferencia de clases como último recurso que el régimeN utiliza para romper la lealtad que los trabajadores de las Empresas Polar, EN PLENO, demostraron a su fuente de trabajo y a sus empleadores.
Este tipo que se hace llamar "escribidor", habla de esa estructura capitalista, instaurada por los gringos a través del cine, en la que siempre hay quien manda y quien es mandado. Es más, se atreve a ofender, y habla de "vivos y pendejos".
Esto de mandar y ser mandado, que a los ojos de cualquier sistema en el mundo es absolutamente normal para el funcionamiento de las cosas más básicas, no debe ser motivo ni de celos ni de envidias para nadie.
Sólo le pido al señor Marciano (que como siempre digo, pareceriera que se tratara del gentilicio más que de su apellido), si las sociedades humanas, desde siempre, no han estado estructuradas así?
No seamos tan básicos al pretender mover fibra alguna para seguir abriendo brechas entre clases. Los empleados de Polar están felices donde trabajan siemplemente porque son bien tratados y porque les dan oportunidades individuales y familiares de prestigio.
Permitan que la gente sea feliz, sin necesidad de abrir heridas donde no hubo ni un rasguño.
Y para terminar, señor Marciano, quisiera decirle a usted y a toda esa comitiva de súbditos caninos sometidos a los deseos y caprichos de su máximo JEFE, que yo, como millones de venezolanos, estamos hartos de seguir las directrices y los mandatos del sicópata de Miraflores. Es decir, estamos hartos de ser "pendejos" ante los caprichos de un grupito minúsculo de "vivos".
O es que ahora me van a salir con el cuento de que el poder es del pueblo y el que manda es el pueblo???
Ahora bien, como para usted el sistema de "mandar y ser mandado" no debería existir por tratarse de un producto directamente importado del Imperio, hagamos algo: ¿Por qué no intentamos que ese esperpento caudillesco que se apoderó de la gerencia completa del país termine de renunciar de una vez por todas?
Así, SÍ estaríamos demostrando que el que tiene el poder es el pueblo.
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