En un país donde los productos de la cesta básica no se consiguen, donde los cortes de electricidad son permanentes y hasta programables, donde la inseguridad ciudadana es poco más que exagerada, donde las libertades básicas se han perdido casi en su totalidad, donde los servicios de salud pública son cada día más terribles y donde existe una incapacidad extrema para gobernar, resulta inconcebible que las importaciones de armas de guerra (solo con Rusia) asciendan a más de 5.000 millones de dólares.
Yo no sé, pero a simple vista las cuentas no me cuadran.