Perder la oportunidad de entrar en un proceso histórico (le guste o no)y permitir que el divismo, y lo que es peor, que el divisionismo prevalezca sobre el objetivo común de la oposición venezolana, es lo que está haciendo Enrique Mendoza y alguno que otro representante opositor
Insisto: si no sabemos reconocer al verdadero enemigo, y si no entendemos cuál es el fin de este camino, estaremos en manos del titiritero mayor, dándole todas las armas para seguir en este proceso de destrucción de la democracia.
Es patético ver a líderes de la oposición peleándose por tener esa cuota de poder que han sobrepuesto a los intereses del pueblo.
¿En qué está pensando Mendoza cuando dice que no le importan la unidad, y que si es necesario él se lanza solo?
Repito, como lo he dicho tantas veces por este medio: salgamos primero de lo que hay que salir, y luego, peleen y discutan lo que quieran, pero eso sí...con las herramientas democráticas que para entonces debemos haber reconquistado.
Si lo hacen ahora, el país jamás se los perdonará.
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