jueves, 8 de abril de 2010
"NO SEAN ESTÚPIDOS, YANKEES"
Ciertamente la moral bélica de los EEUU no alcanza para cuestionar la compra de armamentos por parte de otros países.
Sin embargo, en el caso específico del régimen dictatorial venezolano, la moral (bélica y de cualquier otra índole) no alcanza ni para completar una frase capaz de ser creída.
Por eso el caudillo, cuando se ve acorralado, solo puede recurrir a los insultos callejeros. Y cuando se trata de los gringos, esos insultos además tienen un matiz de repugnancia anti-imperialista llena de adjetivos convertidos en ofensas...y ofensas convertidas en estupidez.
Todos sabemos que cuando Chávez dice "aquí huele a azufre", sólo está pensando en refrescarse como noticia...
Todos sabemos que cuando Chávez dice "no sean estúpidos, yankees", sólo está pensando en repotenciar una popularidad que cada día se va desvaneciendo más.
Es como esa bocanada de oxígeno desesperada que se toma apenas para aguantar un poco más antes de ahogarse.
Por eso, ante todos los inmensos problemas que padece el país bajo la sorda y arrítmica batuta del dictador, éste aprovecha la más mínima oportunidad para generar una noticia que lleve el espíritu de opinión de la gente hacia otros rincones de este desastre llamado "gobierno revolucionario".
Así que, con todo el irrespeto y la absoluta falta de admiración que se merece este engendro de Barinas:
"no seas estúpido, Hugo"
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