Muy a pesar del dictador venezolano, todo parece indicar que Juan Manuel Santos ya es el próximo presidente de Colombia. No por una diferencia mínima, como se llegó a pensar durante la campaña, sino por una diferencia que duplica los votos del candidato Antanas Mokus.
Si Mokus decide ir a la segunda vuelta, los analistas proyectan una separación numérica aún mayor, y pronostican grandes ojeras para el caudillo venezolano, quien estará estranando enemigo en unos cuantos meses.
El Gran perdedor en esta contienda no es el candidato Mokus, quien de todas todas se ha convertido en un fenómeno político interesante para los colombianos. Aquí el verdadero y gran perdedor es Hugo Chávez y su movimiento bolivariando, quien para su desgracia, sigue amenazado por gobiernos sensatos, con muy pocas ganas de seguirlo en su desventura histórica y en su delirio de grandeza cada vez más pequeño.
Sólo el Alba es parte de los países chupamedias de Venezuela. Sólo ese grupito de gobiernos mediocres que muertos de hambre, se le arriman al dictador para ver cuánto les cae la próxima vez.
Felicidades a los colombianos, quienes le apostaron masivamente a la continuidad de un gobierno exitoso, que puso al país vecino unos cuantos pasos adelante en todo el continente.
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