Diosdado Cabello, siguiendo con ese tono barato que han instaurado los líderes de la revolución, desde su máxima figura, se refirió a las "guerrillas comunicacionales", y dijo que si la oposición las criticaba, es porque algo "le ardió".
Realmente, a la oposición pueblo (que somos una mayoría lamentablemente mal dirigida) nos está ardiendo desde hace rato la herida que nos abrió este proceso egoísta, exclusivo y mentiroso. Lo que nos arde, es la pena ajena cuando tenemos que explicarle al mundo toda esa vergüenza que nos toca padecer a diario gracias a la inpetitud abierta de quienes no tienen ni idea de gobernar un país democráticamente. Nos arde la lástima por personas como el propio Diosdado, que no sacia su sed de venganza por más que bebe constantemente y a grandes tragos abusos de poder.
Lo que nos arde es saber que Venezuela está llegando al punto de no retorno. Y sobre todo nos arden las ganas de volver a ser un país decente, incluso, a pesar de sus políticos.
Eso es lo que nos arde, señor Cabello. No lo que a usted le arde cuando le hablan de su cobardía y de su incapacidad para hacer cualquiera de los encargos de su amo.
Y en el caso específico de las "guerrillas comunicaciuonales", nos arde un asombro que peligrosamente se ha comenzado a convertir en costumbre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario