Chávez sigue asustado con la sola posibilidad de que Santos llegue a ser el próximo Presidente de los colombianos.
"Una amenaza de guerra se cerniría sobre la región", llegó a decir el caudillo, quien ve en el enemigo número uno de la guerrila, a su enemigo número uno también.
¿Por qué será?
El caso es que a pesar de las advertencias de Uribe de no pretender tolerar que ningún gobierno extranjero se meta en los procesos internos de su país, Chávez insiste en darle a Santos un carácter de terror y peligro para todos, porque sabe de antemano que un contrincante así, dejaría al descubierto toda su bufonada de dicatdor de poca monta... Lo dejaría intelectualmente aún más desarmado ante su ya fastidiosa amenaza de un encuentro bélico para el cual no está preparado por falta de armas y de cojones, así de sencillo.
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