Otro de estos “personajitos” aduladores empedernidos del dictador, y con una inequívoca ausencia ideológica, es el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Darío Vivas.
Este tipo, de una calaña siniestra y un verbo casi incomprensible, se une al coro de borregos que al unísono advierten acerca de los ataques orquestados del imperialismo (con todos los países que eso implica) contra el régimen dictatorial que patéticamente lidera el rojo mayor.
Asoma por completo el descaro de hablar de “injerencia” de España en los asuntos internos de Venezuela, y afirma, sin miedo alguno al ridículo, que ningún país tiene por qué pedir a Chávez explicaciones de nada.
O sea, los evidentes y probados vínculos del régimen con las FARC, y ahora las aparentemente claras relaciones con ETA, son asunto “interno”…y a fin de cuentas, cada quien tiene derecho a tener los amiguitos que quiera.
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